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No existe respuesta o decisión correcta

¡Hola! Feliz Sábado. Ayer mientras trataba de dedicar un tiempo para mí (ya saben esos minutos en los que piensas en todo), me puse a reflexionar sobre cuántas veces nos dejamos bombardear la cabeza con pensamientos como “¿estará bien?”, “¿será lo correcto?” o “¿estaré tomando la decisión -correcta-?”. Yo he tenido esa clase de pensamientos muy frecuente y sé que también a ustedes les pasa. Últimamente, he estado leyendo algunos libros sobre “salud, mente y bienestar” y me parece impresionante como cada vez necesitamos repetir, recalcar y hacer énfasis en ciertos temas que nos pueden ayudar a manejar situaciones de la vida diaria y a su vez, a mantener un equilibrio entre la mente y el cuerpo, para llevar una vida más ligera.

Mientras indagaba por Internet (por pura casualidad) di con una investigación que explora la relación humana con los alimentos y la autoimagen. Obvio le di click. Lo que me atrajo de este artículo fue que cuando pensamos en ciertos alimentos como los vegetales, automáticamente nuestro cerebro lo relaciona con sentirnos bien; mientras que cuando decimos la palabra dulce, pensamos que es algo “incorrecto”. Lo mismo sucede en otros aspectos de nuestra vida siempre nos dejamos llevar por patrones establecidos que limitan nuestra capacidad de actuar.


He leído en un libro de Jorge Bucay, psicoterapeuta reconocido, y el cual me permitiré citar y parafrasear algunos párrafos de su grandioso libro “Empieza hoy el resto de tu vida” que lo he relacionado con el tema de este post.

Muchas veces es un poco complicado y a veces casi imposible dejar atrás todos nuestros condicionamientos porque muchos de ellos, se encuentran escondidos, algunos pertenecen a la esencia de nuestro ser y otros nos acompañan mucho antes de nacer, quizás formando parte de nuestra información genética. Sin embargo, si queremos avanzar más ligeros en el camino de la vida, debemos dejar de cargarnos de tanto mandato, prejuicio o esquema pesado y obsoleto, porque muchas veces de todo este equipaje depende nuestra calidad y forma de ver la vida y también de cómo reaccionamos.


Por ello, la idea de tomar las decisiones “correctas” para una idea perfecta es muy atractiva. <¿Debo hacer esto?, ¿Debería actuar así? o ¿Debo pensar bien?> Es inevitable hacernos preguntas todos los días y es rico pensar que hay una respuesta correcta para cada una. Al igual que con la comida, encontramos consuelo en las decisiones buenas o malas, en el camino correcto o en un error. La verdad es que, siempre que nuestra seguridad o nuestra vida no estén en peligro, creo que no hay una respuesta correcta. Lo que sí existen es las elecciones y cada elección que hacemos tiene una consecuencia. ¿Qué pasaría si empezamos a ver la vida de esta manera?, ¿Podríamos vivir más intuitivamente? Podrías tomar ese trabajo, pero también podrías no hacerlo. Ambos casos probablemente tienen ventajas y desafíos que puedes tratar de imaginar como un medio para guiarte, pero que posiblemente no puedes predecir totalmente. Uno podría enseñarte una lección invaluable, mientras que el otro podría presentarte a una persona que conocerás para siempre. Es un volado. No hay una manera “correcta” de vivir que sea universal, simplemente hay una forma honesta de vivir.



Esta idea ha estado en mi mente mucho últimamente y con ello esta frase:

“Si pretendemos vivir sin repetir errores, aferrados a un mismo camino, si queremos aprender cada día y dejar de sentirnos agobiados en el viaje, si ambicionamos que nuestro yo más auténtico se manifieste en plenitud, es hora de poner en práctica la periódica limpieza de nuestra mochila, aunque no sea más que... para hacer lugar”. –Jorge Bucay



Depende de ti decidir qué opciones te atraen más. Tu camino es sólo tu camino. Tus giros más atrevidos son parte de tu historia y también forma parte de ello, los que son más seguros. Todos ellos contribuyen al mosaico de sus experiencias de vida. La sociedad puede tratar de decirnos que hay un camino correcto, pero las novelas, las memorias y las historias que han documentado la experiencia humana sugieren lo contrario. Las respuestas correctas y la palabra perfección no existen, bueno, sí, existe en el diccionario. Te invito a dejar los moldes, los prejuicios y hasta las reglas… ¡Lo importante es ser feliz! 


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